TODOS TIENEN ALGO QUEDAR
Ø Cuando Pedro fue llamado, lo único que podía ofrecer
era peces y una barca, pues era pescador. Sin embargo, al ser salvo por
Jesucristo y lleno del Espíritu Santo, pudo ofrecer mucho más que eso: vida
eterna en Jesús, milagros, prodigios, sanidad, paz, gozo, libertad, etc. (Hechos
3:1-10)
- El cojo esperaba recibir algo material (v. 5)
- Los discípulos tienen algo más que ofrecer, aparte de lo material
- Ofrecen lo de Dios (v. 6,7)
- Llevan a las personas a Dios (v. 8)
- El evangelio es predicado a través de ellos (v. 9-10)
Ø Estos hombres habían ocupado el tiempo en hacer algo
más que oro y plata, y eso dieron.
Ø Ahora ya tenemos más que ofrecer de lo que teníamos
antes (“Lo que tengo, doy”)
Ø Si preparamos personas que tengan algo más que dar, edificaremos la iglesia que
Dios ha querido siempre.
Ø Jesús quiere que ofrezcamos más de lo mismo que hemos
recibido. (Mateo 10.7-8)
De demandantes a ofertantes
Ø Cuando una persona viene a Jesús, viene con demandas y
espera que a través de la palabra y la unción, sus demandas sean satisfechas.
Ø Se les da y al consolidarlos y saciar sus necesidades,
se les convierte de demandantes en ofertantes.
Ø Las iglesias están llenas de gente consumidora y no
productora.
Ø Esto hace que los pastores tengan muchos aficionados y
pocos comprometidos.
Ø En el ejército de Dios hay muchos generales pero pocos
oficiales y soldados. Los generales están guerreando, cuando deberían estar
dirigiendo la batalla.
Ø Ninguno puede hacer una obra si no tiene una mente de
ofertante.
Ø El Señor prometió al pueblo de Israel que los sacaría
de Egipto y los llevaría a la tierra prometida. (Éxodo 3:18)
Ø A los israelitas se les olvidó quiénes eran, y
creyeron que eran solamente esclavos de Egipto y que dependían de ellos para comer.
Creyeron la mentira y por eso llegaron a tener mentes de demandantes. Peor que
eso, llegaron a pensar como ladrilleros, como esclavos; para ellos era
inconcebible la idea de ofrecer algo, sino solamente pensaban en demandar.
Ø Satanás tiene estrategias para que no nos
multipliquemos.
o
Éxodo
5:5-8 Verás las palabras mentirosas que hablaron a los hijos de Israel. Les
dijeron que como estaban ociosos se les
ocurría esta idea de ser libres y hacer fiesta y les pusieron más trabajo. De
igual forma el diablo trata de meternos mentiras para que no hagamos lo que
Dios quiere y no le sirvamos. El faraón tenía su estrategia, decía “Estos están
ociosos”. El diablo le mete a las personas a la cabeza que deben darle a Dios
solamente los tiempos de ocio. Luego, ataca eso poniendo más trabajo. Como
resultado los cristianos le dedican menos tiempo a Dios. Eso lo programó el
diablo. Hay que desprogramarlo con la ayuda del Espíritu Santo.
Ø El Señor quería liberar al pueblo de Israel de la
opresión que tenían, enseñándoles a ser ofertantes; Él quería que celebraran
fiesta en desierto y que se levantaran como un ejército conquistador que tomara
la tierra prometida. Pero a los israelitas les costó creerle, pues tenían una
mente estrecha que nos les permitía verse a sí mismos como Dios los veía. Por
eso no le creyeron a Dios y quedaron postrados en el desierto, no entrando en
la tierra prometida.
Ø Dios se disgusta de ver lo que faraón hizo en la
mente de ellos, pues cambió su
mentalidad a puros demandantes. Por eso lo primero que le dijo fue “sal y me
ofreces”. Porque El tiene que cambiar nuestra mente. Cuando eres transformado
por el Espíritu Santo, puedes ofrecer algo a Dios.
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